20 Abr 2024

366. POESÍA SALVADOREÑA. LOURDES FERRUFINO

-09 Ene 2022

 

PULSIÓN INVOCANTE

ebrias de lenguaje / como antiguas bacantes
C.P.R

 

Como bacantes presas del deseo

el apetito nos llegó por medio de la voz.

Vivimos ajenas a esta ciudad

hervidero de membranas

que nos entrega a una furia

                        de caballos nocturnos.

Cansadas de buscar el silencio

exploramos esta bóveda incolora

                      de edificios y oficinas

risueñas y con el olfato susceptible

pernoctamos a los pies de una vorágine

sin más posesión que el desengaño.

 

 

LAS OCULTAS

 

¿Dónde engavetan a mis mujeres?

¿Qué clase de etiqueta le ponen a la caja donde las esconden?

“frágiles”, “delicadas”, “material altamente inflamable”

Veo sus frentes: las imagino doradas. Marmoleadas. Mixtura de razas.

Veo sus manos: han conocidos colores que supieron apresar a pulso.

Cabelleras bucólicas que no describió el compilador.

 

 

PRIMERO DE NOVIEMBRE

 

Manojos y reminiscencias brotan

en medio de un gentío nervioso.

El grupo de ancianas discute el precio de las flores

si llevar este color celeste o aquella terracota.

 

Pienso en el jardín de las delicias

los cuerpos los frutos la impresión carnal.

No sabría decir qué modifica este cuadro

si el aliento o el prodigio de ser foránea

si la brutalidad del día previo al festejo

si la muchedumbre merece

llevar el luto con flores pasadas de moda.

Es preciso conservar rituales

antiguos instrumentos de la costumbre.

 

Existe una verdad perversa:

la ciudad es un camposanto habitable.

 

 

TRANSICIÓN

 

Y resurgiré de la piedra

convertida en musa triste

cisne de mármol

efigie de falsa contrición

llevando como única pertenencia

la espuma ácida de mi nombre.

Un día fui esa flor que el lodo vomitó

y renunció a una docena de primaveras.

Me he acomodado tranquilamente

a la miseria del canto de los hombres

al misterioso éxtasis del abandono

a la zozobra de la existencia.

De estatuas siguen llenas las plazas

y navegan las abejas sin ojos.

Las guirnaldas de fiesta

se quedaron para mis días de ingenua.

¡Dichosa Palas Atenea!

que gozó de sabiduría y no de muerte.

Quiero dormir entre flores sin náusea

y resurgiré de la piedra

convertida en musa triste.

 

 

NUMEN DE ORDENADOR

                         A Cristina Peri Rossi.

 

Todo tiempo plagado de humedades

exige vanas formas de olvido.

Repetirse frente al ordenador:

no intentes besarla desde la pantalla

es una diosa de busto firme

y domina las estrategias del deseo.

Busco la elocuencia de tus pezones

sin comprender el dulce artificio que disimulan.

Niego tu edad, olvido la mía.

Señal de un asombro que no se permite.

No me resisto

enciendo el ordenador y tecleo tu nombre.

Muchachita pagana:

hace mucho que vives

en un abismo colmado de idólatras.

 

 

COMERCIO Y MAGIA

Transita una horda de muchachas

con paso firme frente a la catedral

Tomadas de las manos

Fatídicas

Impolutas

Expectantes

Andróginas.

 

La más joven

lleva una flor iridiscente sobre su pezón.

 

En la acera un muchacho

con camiseta de letras impronunciables

dos o tres demonios azules

contempla por azar

la belleza de un pezón desafiante.

 

El humus de un automóvil

nos despierta de ese leve sueño

interrumpido

por un pezón enarbolado

cual si fuese una abeja de luz. 

 

 

ESTADO DE VIGILIA

 

Genoveba

huye de su torpe linaje de agricultores

pregunta por los años bisiestos

aúlla, transcurre y abrocha

siempre en estado de vigilia.

 

Genoveba

hundida en el letargo después del hospital.

Resistente a las ergástulas del dolor.

 

Genoveba

llena de gracia

discursiva y sin llanto.

 

Me reconozco incapaz de revelar tu suerte.

Vientre materno/ irreconocible/ algún tiempo mío.

 

Genoveba

no merezco desatar tus sandalias.

 

 

TUVE SUERTE

Tuve suerte de adaptar mi sangre a las convenciones.

Otro día entre rostros aburridos

y de mi boca aparecen salmos contradictorios.

 

También he tenido mala suerte

los hombres me buscan con la esperanza reproductiva

como si de mí dependiera la continuación de la especie

su esperma inunda ciudades. Prisiones. Discotecas.

Sus hijos aborrecen las marcas hereditarias

no llevan nada que les cubra su falta de apellido

chocan entre sí repetidas veces y aman ese defecto

el hombre edulcorado está en todas partes.

 

Ninguna mujer olvida la razón de su malestar

sobre todo si ha salido a buscar estrellas en horas de oficina

he tenido la suerte de ser una mujer moderna

con un vientre que es circuito sanguíneo.

 

 

AQUELLA

 

La mano que pide laberinto y vértigo.

Se desnuda entre espejos.

El frío del mundo le entra por los ojos

de ese modo lleva el mundo un poco dentro.

Sabe de preposiciones

no cree en horóscopos

encuentra una explicación a lo inaudito.

Pasa desapercibida en las fiestas familiares

construye casas para los pájaros del pecho

la gata llorona arriba del tejado.

Turnándose para existir cada día.

Las vivo.

 

 

CANCIÓN PARA EL HIPOCONDRÍACO

 

No demores el sueño ni la conversación.

Pequeñas pestes

ingresan por los jardines

en busca de tu tejido pulmonar.

 

Se hace tarde

las horas no te permiten

soñar con pájaros ficticios.

Apenas hay señales

de un amor antediluviano

por el que vale la pena

esperar con lámparas encendidas.

 

La casa enmudece.

Afuera regurgitan los transeúntes

por piedad o desgracia.

Mientras vos soñás contento

los enfermos

meditan

copulan

se multiplican.

 

 

Lourdes Ferrufino. El Salvador. Licenciada en Letras. Se dio a conocer por el Certamen Literario de Mujeres La flauta de los pétalos (2015), organizado por el Centro de Estudios de Género de la UES. Dirige los ciclos de poesía La Página Desértica. Aparece en el Índice general de poetas salvadoreñas Las muchachas de la última fila (2017) y Poeta Soy. Poesía de mujeres salvadoreñas (2019). Parte de su poesía se ha publicado en el Suplemento Tres Mil del Diario Co Latino, Revista Cultura n.º 121 y diversas revistas digitales. Plaquettes publicados: La Espina Etérea (poesía, San Miguel, 2016) Diluvio (poesía, San Salvador, 2017). Se dedica a la docencia.

 



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