27 Abr 2024

488. POESÍA TUSAN-PERUANA. JULIA WONG in memoriam

-14 Mar 2024

 

PROHIBIDA LA CAZA DE MARIPOSAS (I)

 

ORUGA EN MOVIMIENTO

El hielo peligra

Su sombra también

Dentro de un hueco curvilíneo, he llorado

Al mirar al fondo, los niños no encuentran la mano de sus padres

Allí ha quedado mi útero juvenil y sangrante

infinito de posibilidades.

Luz

Desapego de ti y de este amor interminable

Luz uterina que alumbra los graves designios de la cacería

La puerta al mundo y su humanidad no se quiebra aun cayendo

Desciende incapaz en un instante de espera

Tripas en bandejas desaparecen en el oído adusto de una obstetra

                                                                                                             (Una que fue muy amiga de Ansel Adams)

Dispuse mi cuerpo para la última verdad

dispuse mi red para que el exterminador midiera con sus reglas.

Dispuse mis frágiles antenas y la oruga babeó una flor de nieve dentro de mí.

Los cazadores consiguieron habitarlo todo

La gelatina opaca de mi cerebro dejó de ser blanca y fría

Y se hizo filigrana en la penumbra

Dejé de diferenciar el brillo de la luna de los falsos ojos de saturnia

mis pupilas castradas. Me derretí en su deseo y penetré ese umbral transparente

Ella estaba en el mundo

                                                              Ella era el mundo

Yo la había parido como sangre blanca que inocula el verano

Y fui su madre una y mil veces, hasta que se generó el gran éxodo.

Fuimos tan felices como agujas que hilvanan el alma trasparente,

por largo tiempo pudimos escapar de los depredadores y desaparecer en las costuras del deshielo.

 

 

PROHIBIDA LA CAZA DE MARIPOSAS (II)

 

LA SÁBANA Y LA ALMEJA ROTA

El olor a peces muertos en mis manos

la impotencia exhibida

al exprimir mis jugos nocturnos en soledad

                                                                              húmeda la boca de niños sin leche

la caza inoportuna de mariposas

ha tejido un enjambre de zoofilias incoherentes.

Te he nombrado con apodos y llanto

había olvidado que una madre moderna

no debe usar el lenguaje enjaulado

o las jaulas

pero fíjate otra vez en las sábanas, cuelgan como el alma de una nación en los cordeles eternos

y yo no sé de qué material era nuestra historia

este binomio de hija y lechuza que aúlla por un cordón umbilical

tan grande como su sed.

Así nos construimos como un gigante mamario

pero reniega y se niega  a sacar líquidos pusilánimes

de sus  hélices  enredadas en la eternidad.

 

 

CUERVOS ROJOS

 

¿Te podré perdonar cuándo el agua no alcance para lavar ropa?

 En una tarde agria y santa como si un turista se hubiera perdido en las montañas.

Te podré convencer de esperar a que los icebergs se disuelvan en café amargo.

Soy testiga del hielo cuando ha perdido su hermosura

el frio rompe las cabezas de los venados escondidos en cajas.

Si, hay que saber esperar a que los montes de rencor azul se deshielen

Que caigan como trompos

En la boca de los viejos harapientos que se soban

En colchones arrumados en el puerto.

 

Sobre las manos tiznadas, el dramático asador de castañas

fiel a su oficio huele en secreto su nuez masacrada.

Tengo heridas que duelen aún más cuando las miro

Los colores de un país maltratado me condenan

¿Cuánto hay que vivir para demostrar que se ha querido?

Un Perú es un tormento ciego

Portugal es un misterio que quiere domesticar el invierno

en ese intento llegan los cuervos y comen nuestros ojos colorados

¡ojos rojos de puro deseo insatisfecho!

 

 

AMARGURA EXTRANJERA

 

La sala, ¿ya ves?

está llena de humo.

Un sonido esperpéntico se cuela por los costados de la chimenea

el humo anticipa la ceguera

envuelve mi garganta, trato de cubrirme los ojos para no lagrimear.

Esperaba un fuego o un grito

los pedazos de leña muerta no lograron encender al nido.

Es la bruma de Lima

visitando mi mesa enclenque y muda.

Los cartapacios de cuero usados por mi tiempo interno

la longitud de la injusta cama solitaria/ la multitud avanza en las avenidas

la sábana de luz se desdobla, pero no alcanza /el mar sin sal.

La ola del amor no se eleva y también se vuelve de humo.

Humo la nieve.

Humo la comida enfriada que no compartiré con nadie.

Humo cada palabra que se atraca en fósforos inservibles.

Humo de mi cuerpo esperando aburrido por manos violentas.

Las manzanas se pudren de olvido,

la fruta se va opacando en el tazón quiñado.

Las rosas enanas ennoblecidas por esa capa de finísimo alquitrán

La añoranza torpe e inmensa de arder en tu garganta rota

e incendiarte allí donde el revolver ensaya un disparo

para que me salvaras de la neblina conformista.

Ha muerto mi tía en medio del humo

los recuerdos de la vida fuerte, pornográfica, real, son de humo

la palabra perfecta para salvar un pedacito de Perú, es de humo.

 

 

CON SU IMPERIAL PALIDEZ

El león que aún mudo en su dolor despierta

las paredes raquíticas de la desmesura.

La conciencia de Troya sacude a Lima no por un Ulises

si no por las caras amargas del olvido que ígneo

prende en violentas amarras el lúpulo vital.

Sostiene teatral cualquier adagio convergente,

ramas quemadas en la espalda sangrante

de quien ya ha muerto mil veces.

Sol equestre / Caballo muerto, presa carnal para su diente efímero.

León peruano / Incapaz e inmoral, analfabeto de su propia estirpe

culatero infame,

negador de úteros, oscuro diente palaciego

anda y horada el sacrificio de la inocente rabia.

Allí donde se cocina el cerebro original de la barbarie,

allí se relame en su saco roto de historia mal contada

Asco de tu ano grosero, el mismo ano de tu hermano burro, de tu hermano,  cerdo, de tu hermana alpaca

revienta nuestra terca rebeldía soberana,

de la piedra angular y materna que nos dio el habla.

León sinvergüenza, rey de los dominios del cáncer, torcedor de huesos

de las minas escondidas y la eterna prostitución de tus leyes.

Allí estás otra vez sacando tu tarot infernal del calzoncillo,

tus pólvoras maquiavélicas,

la masacre eterna de nosotros los cuyes pordioseros.

Que el piojo de tu melena acabe con el abisal estupro que promueves

Que vuelva el canto de la montaña que nunca ha sido esclava

Que cante la olvidada herida sobre la piedra

Que el rio enjuague su hambre eterna y otra vez …

La mañana sea perla que rompe la concha y fulgurosa extiende su redondez filial  al infinito.

 

Julia Wong Kcomt, Chepén (Perú 1964-2024). Hija de migrantes chinos, es una autora de poesía, ficción narrativa y ensayo literario. Estudió derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Lima y Literatura en diferentes periodos en la PUCP. Cursó varios semestres en universidades del Sur de Alemania, investigando sobre religiones comparadas y filosofía. Ha vivido durante largos periodos en Macau y Hong Kong, Alemania, Perú y Argentina. Gestora cultural y co- creadora del “Festival Internacional de Poesía en Chepén- Chepén”.  Ha publicado varios libros de poesía, cuentos y nouvelles. Entre ellos destacan “Tequilaprayers”, “Pexuña de dragón”, “18 poemas de Fake love para Keanu Reeves”, “Mongolia” y “Aquello que perdimos en la arena.

 

 

 



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