25 Abr 2024

1. POESÍA ESPAÑOLA. ANA MERINO

-20 Jun 2020

 

DIARIO DE NAVEGACIÓN

 

Quedaban muy pocos árboles vivos

en algunas zonas montañosas

donde el musgo

todavía les daba aliento,

era la energía del verdor

de los líquenes antiguos

que respiraban humedad y deseo.

 

Todo escaseaba

en el árido paisaje

que heredamos de los hombres.

Fue el extraño regalo

de un planeta oscuro,

lleno de huesos

y ruinas carcomidas

por la lluvia ácida.

 

Dicen que fueron

nuestros antepasados,

que compartimos un tiempo

intergaláctico.

 

El lenguaje de las cosas

se parecía al zumbido

de aquellas viejas máquinas

que se posaron en nuestro planeta.

Buscaban el oxígeno perdido,

la luz cálida sobre el agua

que alimenta a la vida más simple,

al núcleo de las células

que se rompen en dos y luego crecen,

evolucionan y se transforman

en organismos complejos.

 

 

PIENSO EN ALEPO

 

Pienso en las ciudades

abandonadas por las guerras.

En las calles donde se construyeron

hospitales de campaña,

en los refugios improvisados,

en las bombas que caen sobre los edificios,

en las paredes desmenuzadas

y el rastro de polvo blanco cubriendo el desamparo

de todos esos rostros que jamás imaginaron

una guerra

dibujando un nuevo mapa de ruinas y dolor

sobre sus callejuelas.

 

Pienso en las calles vivas,

con su gentío y su alboroto locuaz

de tiendas y mercados,

de juegos y algarabía musical,

de presente lleno de sueños cotidianos,

con sus celebraciones familiares,

sus enamoramientos y sus risas.

 

Eran como nosotros

ciudadanos de un lugar

que no se imaginó

convertido en escombros por culpa de los hombres.

 

No nos imaginamos las bombas sobre nuestras casas,

nadie nos prepara para contemplar

el infierno de los que se odian

desde nuestros balcones y ventanas.

 

Eran como nosotros

ciudadanos ingenuos que pensaban

en las guerras como un murmullo lejano

de los noticieros tristes.

 

 

EL HECHIZO

 

Este presente de remolino

de gotas invisibles,

de veneno minúsculo,

de susurros distantes.

 

Calendario perplejo de días repetidos

que intuyen el enigma

de la fragilidad que nos habita.

 

Qué despierte esa idea del pensamiento pleno,

la energía anhelada,

el sueño solar de las alquimias,

que se inventen la fórmula del cielo

y encuentren su respuesta

en los laboratorios

y rompan este hechizo.

 

 

 

LOS BUENOS PROPÓSITOS

(Poemas que aparecerán en mi próximo libro)

 

En la lista de cosas por hacer

está la peculiar obligación de recuperar el tiempo perdido,

como si en todos esos buenos propósitos

existiera una fórmula infalible para apropiarse del pasado

y volverlo presente continuo.

 

Cuando nos desnudamos

la geografía de cada cuerpo

se vuelve una ciencia exacta y nos confirma

que la vida atemporal es para las estatuas.

Esa es la arqueología que a veces nos confunde

mezclando el paladar de los esfuerzos

con la madurez que da forma a la piedra

y su gesto inmóvil de secretos cincelados.

 

Los pliegues de la carne quieren parecerse

a la luz evaporada del verano;

la arena del cristal de los espejos

es un reloj que araña cada rostro

y va trazando surcos con ecos murmurados.

 

La soledad reconvertida en todos los instantes

que anidan en nosotros como abismos vacíos.

Ansiedades insomnes de voz distorsionada

que escarban sin descanso en el vértigo extraño

de la mala conciencia que nadie reconoce,

pero es en realidad ese tiempo perdido

que se ha vuelto a escapar y nos despierta a cada rato,

para reírse otra vez de lo que se ha llevado.

 

De Los buenos propósitos (Visor, 2015)

 

 

SI ESTÁS VIVA

 

Si estás viva

tendrás que acostumbrarte

al desamor

con su desapacible exuberancia;

neutralizar

cualquier indicio

de su patógena presencia

para volverte inmune

sin perder la cordura.

 

Ser metódica,

tragar el desafecto

con ternura

y reírte en secreto

de tu propia tristeza.

 

Si logras superar

este fracaso,

te harás adicta

a lo que más te duele,

al entramado hostil

de las causas perdidas

que deambulan contigo

por esa geografía

de plenitud ingrávida

que te ayuda a volar

cuando los espejismos

se mezclan con las huellas

de los rinocerontes

que lloran enjaulados.

 

Silencia lo que intuyes,

drena su desnudez

para que cauterice,

y nunca olvides

que el tiempo enamorado

es una medicina

que se agota,

entonces no podrás

ocultar sus secuelas.

 

De Curación (Visor, 2010)

 

 

PIEDRA, PAPEL, TIJERA                                                             

 

Piedra

fría,

rincón silencioso

junto al regazo de los muertos.

 

Papel

para escribir

unas breves líneas,

la despedida apresurada

del viajero.

 

Tijera

para cortarle la lengua al mar

cuando suspira.

 

Tijera

para cortar los sueños

de los ahogados.

 

Papel

para escribir sus nombres.

 

Estrecho de piedra,

barquito de papel

arrecifes de tijera.

 

Un poema triste

para los que se quedaron sin aire

en las orillas.

 

Lágrimas de piedra

pateras de papel

y la boca del mar

con dientes de tijera.

 

De Compañera de celda (Visor, 2006)

 

 

Ana Merino nació en Madrid en 1971. Ganadora del Premio Nadal 2020 con su novela El mapa de los afectos es catedrática en escritura creativa en español y estudios culturales en la Universidad de Iowa, en 2011 fundó el MFA de Escritura Creativa en Español, que dirigió hasta diciembre de 2018. Ha publicado nueve poemarios: Preparativos para un viaje (Premio Adonais 1994; Edit. Rialp 1995, 2a edic Reino de Cordelia 2013), Los días gemelos (Edit.Visor 1997), La voz de los relojes (Edit.Visor 2000), Juegos de niños (Premio Fray Luis de León, Edit.Visor 2003), Compañera de celda (Edit.Visor 2006), Curación (Edit.Visor 2010, Accésit Premio Jaime Gil de Biedma), Los buenos propósitos (Edit. Visor, 2015) y los infantiles Hagamos caso al tigre (Edit. Anaya, 2010) y El viaje del vikingo soñador (Edit. Santillana, 2015/Loqueleo 2016) ilustrados por Max.Es autora de varias obras de teatro estrenadas en Zúrich y en Iowa City. Ha sido pionera en el desarrollo de la formación académica del cómic y ha escrito diversos ensayos especializados. Ha sido columnista de opinión para El País, miembro del Comité Ejecutivo del International Comic Art Forum (ICAF), del Comité Directivo del Center for Cartoon Studies (CCS), del Consejo Directivo de Iowa City Unesco Ciudad de la Literatura, y en la actualidad es miembro de la Junta Directiva del Teatro Riverside de la ciudad de Iowa.

 

 

 



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