20 Abr 2024

142. POESÍA COLOMBIANA. YIRAMA CASTAÑO

-16 Ene 2021

 

A Enrique Guejía Meza,
Médico tradicional y
alguacil del Cabildo Indígena de Tacueyó
(Uno de los cerca de 300 líderes sociales asesinados desde el inicio
de la implementación de los acuerdos de Paz,
el domingo 4 de agosto de 2019, 5:30 a.m.)
Toribío, Cauca

 

THË WALA

Soy Wala y hablo la lengua Nasa Yuwe. Este que ves al lado mío, junto al cuerpo que se desangra, es mi bastón de mando. Muerto fui, un domingo al empezar agosto y anunciarse el día cuatro con el aleteo del mensajero del sol. Lo vi la tarde anterior al salir de la aldea de la luz, donde está mi casa.  Imaginé que traía flores en su pico y que a la vereda la invadían los olores de los leños y la comida hirviendo. Creí que vendría con la suerte y la alegría de la minga en ese vuelo.

Fue un instante, pero bastó para alejar el extraño frío que se metía en mis pies desde el subsuelo, paralizando mis dedos. Esa tarde soñé con bailes. En el ocaso, señalé el lugar de las tres piedras. Aquí, la mujer, el agua y la luna; allá, los hombres; y, en la esquina, los niños, los nietos del trueno, y el territorio del gran pueblo. Le di gracias al abuelo fuego y le dije adiós a la Tulpa.

Lo presentí en mayo, cuando las garzas comenzaron a caer de los árboles por el veneno y desconocidos llevaban la madera, después de la tala, cerca al cementerio. También fueron víctimas de la ponzoña los ratones, las abejas, las arañas y las palomas. Alguien no quería desecho en esas tumbas.

Antes de salir, en el sereno de la madrugada, revisé las plantas amargas y corté algunas dulces. Intercalé en la huerta, las bravas con las frías y las calientes. Les pedí a todos no molestar al duende, caminar sin hacer ruido por los bosques y recoger muchas hierbas alegres. Ir al páramo por la yacuma y el apio.

Muerto fui esa mañana, a la salida del sol, cuando saludaba el viento. El pájaro Píhua cantó al lado derecho. Alcancé a escuchar un sonido infinito y seco y como entraban en mi cuerpo los destellos. Tengo en mi bolsillo las cáscaras de canelo que bajé de la montaña.

Ahora camino rumbo a los páramos donde viven los ancestros. Me muevo entre la niebla y  los valles estrechos. Equilibro los espíritus. Busco la armonía. Soy Wala y este es mi bastón de mando. Me hablan las plantas y las hierbas. Llovió la noche de mi muerte. Y yo me sentí hijo del agua.

 

Poema inédito que será publicado en una antología próximamente

 

 

III

 

Creí saberlo todo

         cuando me miré a los ojos

                   por primera vez.

Detrás de mí

         estaba la marioneta.

Aquella que aguantaba con sus dientes

                   los hilos de mis brazos.

Aquella que empujaba con su lengua

                            mi cabeza hacia atrás

                                      y hacia adelante.

Aquella que dirigía mis pasos

                                      con sus manos,

empujando las caderas con un dedo.

La que pegaba su torso a mi espalda

                            para hacerme mover.

En fin, la igual a mí, la otra,

la que permanecía entre las sombras

mientras doblaba mis rodillas

                                      con sus pies

                                               hasta hincarme.

 

 

VII

 

Me bautizaron con rostro de mujer

y ungieron mis piernas

con aceite.

Luego hicieron resbalar por ellas

         el nombre

           con el que aún me llaman.

No me arrepiento,

pero cada vez que mojo mi piel

con gotas de la bendita agua

                   confieso el sonido

de las campanas de reloj.

 

 

VIII

 

Por este orificio de mujer

han pasado agujas en forma de luz

que bordaron extrañas historias

donde milenarios héroes apagaron su sed.

 

Por este orificio de mujer

                       salió la estrella fugaz

que lleva el hilo

del deseo y la memoria

 

           III, VII y VIII son parte del poema y el libro del mismo título El sueño de la otra. Primera edición 1997, Colombia. Segunda edición 2019, México.

 

 

III

 

Quieres que yo llegue hasta tu cuerpo

Quieres que me quite los brazos

y los ponga sobre tu pecho

Quieres que los dedos

de mi mano derecha

acaricien tu cuello

Quieres que mi labios

hablen en tu oído

Quieres que mis mejillas

no se separen de tu boca

 

 

Sí, yo sé,

tu también me quieres

y sólo tengo libre

mi mano izquierda

para desvestirme

 

         III, perteneciente al poema Las Voces del Adiós, El sueño de la Otra. 1997, 2019.

 

 

SUEÑO DEL CÓMPLICE

 

Un caballo negro espera

 

Aldaba del espejo

abre ya

la puerta del otro océano

 

Trampa que caza el animal equivocado

 

Mis piernas ya no son, ¡galopan!

 

Por fin,

me atrapo

         y me dejo ir.

 

Del libro Jardín de sombras, 1994.

 

 

DANZA

 

Un dulce vegetal pica la lengua.

Aún me falta por morir

las largas uñas se juntan en el rostro

parten el aire

destapan los ojos

dividen el cuerpo

la cintura está en la otra orilla

         la cabeza queda de este lado

las piernas alcanzan a bordear los hombros.

 

Un poco de agua sobre la piel

y todo volverá a estar en orden.

 

Del libro Memoria de aprendiz, 2011

 

 

HISTORIA DE AÑO NUEVO

 

También llueve aquí en abril.

A los cuentos completos de Onetti

         le agregaron ocho páginas en blanco.

Se cortaron las historias

mi tiempo no es tu tiempo

a la hora que tú duermes,

yo vigilo tu sueño de pez

         que nada entre corales.

El agua se mueve,

alguien se aleja,

se acerca,

escapa de la red.

 

Del libro Memoria de aprendiz, 2011

 

 

Yirama Castaño Güiza. Socorro, Santander, Colombia. Poeta, periodista y editora. Participó en la creación de la Revista y de la Fundación Común Presencia. Hace parte del Comité Asesor del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, Córdoba. Sus poemas han sido traducidos y publicados en medios de Colombia y el exterior. Ha participado en los más importantes Festivales de Poesía en Colombia y en Encuentros de escritores a nivel internacional. Libros de poesía: El sueño de la otra, 2019. -Corps avant l´ oubli, Cuerpos antes del olvido (Yirama Castaño, Stéphane Chaumet y Aleyda Quevedo), 2016. -Poemas de amor (Yirama Castaño, Josefa Parra), 2016. -Malabar en el abismo, Antología, 2012. -Memoria de aprendiz, 2011. -El sueño de la otra,1997, Jardín de sombras, 1994. Naufragio de luna, 1990. -Antologías más recientes: Pájaros de sombra, 17 poetas colombianas, 2019. Queda la Palabra Yo, Antología de Poetas Colombianas Actuales, 2018, Antología Poética Ventre de Lumiére, Vientres de luz, 14 poetas colombianas + Jattín, 2017.

 

 



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