20 Abr 2024

307. POESÍA ARGENTINA. SOLEDAD CASTRESANA

-26 Sep 2021

 

TRAMPA PARA CAZAR CABALLOS

 

en el suelo

una costra de maíz azul

sobre los granos

cae un potrillo

 

una espuma violeta

le corona el belfo

la hinchazón anestesia los ojos

atraviesa el barbijo

 

hay que quemar el aire

para evitar el contagio

 

la noche se ilumina

de relinchos 

y no hay música

para acompañar el fuego

 

los caballos saben

cuando van a morir

 

pero no conocen

el color del veneno

 

De Carneada (Córdoba, 2007)

 

 

LA SUERTE DEL QUE COME

 

un pollo salta

va dejando sobre la arena

el rastro de sus tripas

la sombra tibia de los órganos

que insisten

 

cada paso lo ahueca

 

cuando queda vacío

huesos y plumas

cae

sobre otro pollo rendido

 

en un rincón del gallinero

con la cloaca del ave

todavía entre los dientes

el perro se relame

 

no conoce

la suerte del que juega

con la comida del amo

 

De Contra la locura (Quito, 2015)

 

COMO LOS TIGRES

 

En este rincón de la tierra habíamos armado el mundo: un jardín con flores y frutas y algunos animales pequeños. Creíamos que el perfume, como un alambre de púas, ahuyentaría a las fieras y a los hombres. No sabíamos nada sobre el arte del refugio.

Vinieron los tigres y los pájaros. Ahora descansan. El tiempo para ellos es abrir una naranja y ver caer el jugo entre las hojas. También llegaron los hombres. Viven igual que los tigres.

Primero el padre, después los hijos nos usan el cuerpo como una casa.

 

 

NUESTRA CASA

 

Ella tiene miedo de que ese señor triste con los brazos estirados clavado en la pared se le caiga en la cabeza mientras duerme.

Esta nunca fue nuestra casa, le digo. Estos miedos no son nuestros.

 

De Que sangre (Buenos Aires, 2019)

 

 

TABÚ

 

¿Será que si me cortan las dos tetas, por fin

voy a poder andar por la calle con la camisa

abierta y sin corpiño para que el aire

me bese la piel en los días de tanto calor?

No. Tampoco nos dejan mostrar las cicatrices.

 

 

INTERRUPCIÓN INVOLUNTARIA

 

He expulsado casi todos tus tejidos y tu sangre.

Expulsar

es la palabra que se usa en estos casos.

Aunque yo prefiero decir que te ibas yendo.

Tendría que haber juntado esos restos tuyos,

haberlos puesto en la tierra. En el jardín,

con los huesos de los perros. Pero no:

abrí la ducha y me quedé mirando

los dibujos que hacías con el agua.

No hay manera –te dije– de estar en este mundo

sin algunas partes duras.

 

 

Soledad Castresana, nació y se crio en la provincia de La Pampa, Argentina. Estudió Letras en Buenos Aires. Vivió en Colombia, en México, en Tailandia y, ahora, en Costa Rica. Ha publicado los libros de poemas Carneada (2007), Selección natural (2011), Contra la locura (2015) y Que sangre (2019). También, hay poemas suyos en revistas digitales y en varias antologías, entre ellas: Poetas argentinas 1961-1980 (2007), 53/70 Poesía argentina del siglo XXI (2015) y Antología temática de la poesía argentina (2018).  Actualmente, está terminando su primera colección de cuentos cortos. Algunos de esos textos pueden encontrarse en la red.

 



Compartir