14 Nov 2024

396. POESÍA MEXICANA. ABEL RUBÉN ROMERO MORALES

-28 Feb 2022
Poesía

 

CARNE ES LA PALABRA

I

Ira de polvo

brisa abrasada

pies gotarena

oceánica paz

 

Tiempo maníaco

 

Sitio en coma

 

I   N   A   S   I   B   L   E      S   O   P   L  O      D   E   L      E   N   G   A   Ñ   O

 

Y     e   n      e   s   a      i   n   m   e   n   s   i   t   u   d 

 

pierdo 

me                              y 

hallo 

 

bebo 

me                              y 

vivo

 

 

II

Toda es carne amor 

carne hasta en el hueso 

carne en la memoria

carne en el pescuezo

carne fibrilenta

carne ensimismada

carne en la cabeza

carne es la palabra

 

 

III

sol de níveo espejo

colibrí sonrosado

espesa bosquedumbre

marco de peces

beso de viento

tus OjOs  tus OjOs

 

 

IV

El hombre no es poeta si no se yerba

si no se roca 

si no se pino

si no se lluvia 

 

El poeta no es hombre si no se estiércol

si no se fango

si no se bestia

si no se humo

 

De Luminiesencias, 2014

 

 

LOS ATENTOS

Recorrerán caminos los atentos,

buscando pulgas que suspendan este puente.

Hallarán los átomos del sueño,

minucias que los salven del abismo.

 

Y las encontrarán acaso,

como la decepción

(que nunca se pretende,

pero es ineludible),

asombrando perspicacias.

 

Faltará a los atentos comprender,

a sus aires de mosca empecinada,

que para enamorar al colibrí

no se hurga entre gusanos.

 

Inédito

 

 

NO QUIERO

¿Tuve otra voz o era la mía?

¿O era la consciencia

aguijoneándome el desprecio,

ganas de remover los lagrimales,

la saliva, las tripas?

 

La conmoción vomita palabras,

signos punzocortantes,

un ácido que come las sienes.

 

Acaso sea bueno

este babear por los ojos,

este morder con las entrañas,

pero no quiero.

 

No quiero retorcerme

sobre mi vómito ocular,

no quiero enarbolar mi congoja

con sublime complacencia,

quiero pasar de todo, de todos,

sin ser más que el destello

de una sonrisa perpetuada

en el anonimato.

 

Inédito

 

 

COMUNICADO

Cerca de alguna línea terrestre imaginaria

a los 12,775 días de mi único año

o poco más o poco menos

o realmente

sin considerar

alguna importancia en torno

al sitio

ni a la hora

he decidido abandonar la poesía

dejarla tirada junto

a mis calcetines sucios

prenderle fuego a la habitación

 

pero disfrazarme antes

de abogado

contador

señora del mercado

zapatero

padrote

prostituto

 

pero antes

perfumarme

tomar una ducha

y frotarme con un jabón aromado

entiesarme las matas

ponerme agua de colonia

con olor a azahares

 

pero antes

estar llorando en mi escritorio

porque ningún verso de mierda ha servido

para acabar con la injusticia

para revivir a los muertos

para recuperar el amor

 

pero antes

estar mirando el techo de la habitación

mientras pienso en las últimas dos líneas

del libro que sostengo

porque algo que encandila

me ha dejado el cerebro reverberante

 

y entre tanto pensar también

que para unos he sido

la lápida mohosa de un panteón olvidado

y para otros el exabrupto

la carcajada escupida en medio del funeral

 

así que he decidido

dejar la poesía tirada

desangrándose al pie de la computadora

llenar de tíner el librero

y quemarle la carne a todo cuanto he sido

 

He querido esto como han querido tantos renunciantes

mas es bien sabido

que resulta imposible

que incurablemente nos resignamos

a que Ella nos perseguirá

y nos hará su bestia

aferrada como serpiente ingrávida

al talón de nuestro sueño

 

Inédito

 

 

ALAMAR

Amar pasajero, amor peregrino,

a l a m a r huir a tiempo

antes q u e l a m a r s e pudra

y cuelguen los peces, podridos,

su aroma de animal mágico que purula.

A l a m a r partir, porque no hay puerto,

porque la eternidad se acaba en unos años

y es tromba luego.

A l a m a r i r a m o r i r,

quemar las naves antes

de enfrentar, amor, la mar apolillados;

a m o r i r con una sonrisa de gratitud en los ojos

el recuerdo de una voz dulce todavía

y una lágrima que no apeste en las entrañas.

 

De luz que sobrevive, 2017

 

 

FALSARIO

Mi padre ondea recuerdos

que, a pesar de insistir,

mi hermana y yo ignoramos.

Habla de algún paseo

entre lirios y anafres,

la vez del pasamanos

cuando sostuvo mis piernas,

y una tarde en el cine

con dulces de contrabando.

 

Entonces puedo ver su regocijo

mientras pinta memorias

que buscan existir.

Su voluntad de días mejores

germina entre sus cejas;

su ajado rostro extiende

una sonrisa clara, luminosa,

y dos destellos penden de sus ojos.

 

Ahora, estoy seguro, también recuerdo.

 

Inédito

 

 

Abel Rubén Romero Morales (México). Estudió Derecho, Literatura Mexicana del Siglo XX y Escritura Creativa. Ha participado con poemas, ensayos, cuentos y traducciones en las revistas Clarimonda, La piedra, Los bastardos de la uva, Viaje inmóvil, La soldadera, Mood Magazine, Tercera Vía, Círculo de poesía, Operación marte, WAM (Argentina), Literariedad (Colombia) y Confluencia (E. U. A.) y en las antologías Garage 69, Entre el crepúsculo y el alba, En el borde I, En el borde XIV y XV.  Ha coordinado la revista de poesía Viaje inmóvil. En 2014 publicó Luminiesencias y en 2017 La luz que sobrevive.

 



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