27 Abr 2024

44. POESÍA ESPAÑOLA. JOSEFINA AGUILAR RECUENCO

-28 Feb 2022

 

LA NUEVA RELIGION

 

I – HIJOS DEL CLIMA

 

La gente está en la calle

y necesita que alguien le diga la temperatura,

que alguien tome el mando

y se suba por encima de los mortales

erigiéndose en voz de Kelvin y cuerpo Fahrenheit.

Estamos sintiendo 20 grados pero un satélite nos dice 15.

Te haces creyente de la sensación atmosférica,

estás en peligro.

Pueden quemarte si en público dices que no sigues al hombre del tiempo.

Serás un hereje si no pasas el escáner de la meteorología

si no peregrinas al Delfos de las isobaras.

¿Qué es eso de salir a la calle como camarada del cielo?

Si te ven sin paraguas cuando ayer anunciaron precipitaciones

puede ser que te miren raro,

mejor disimula, compórtate como buen hijo de la atmósfera,

como si creyeras en la ciencia de la televisión.

Lleva paraguas cuando lo avisan.

No hay disculpa posible, no puedes decir que no lo sabías.

Haz como si miraras en tu móvil la app tempus temus predice.

No hagas hechicerías tras la gabardina,

no tientes a la verdad de la estratosfera.

Cumple tu deber de ciudadano y di tu credo de

mañana anticiclón de Las Azores por el frente este.

Las lluvias de hoy son la manzana de antes.

No te arriesgues a que te expulsen fuera de la cobertura de un radar.

Puede llegar el día en que pongas tu nombre en Google y no te encuentres.

 

 

II – LA NUEVA RAZA

 

Antes de la guerra (sitúense en la que más cerca les quede),

los hijos decían a sus padres

papá de mayor quiero ser bombero, apologista o artesumerio.

Ahora todos los hijos quieren ser

asintomáticos.

Papá dame permiso.

Quiero contagiar sin que se enteren.

No quiero esperar a ser mayor.

Quiero contagiar al mundo de todo lo que no sé que tengo.

Es una buena manera de descubrirme. Si el otro muestra un síntoma podré decir

namasté, yo soy tú, tú eres mi síntoma, yo soy tu fiebre.

Es una nueva utopía.

¿No ves que nunca sentí mi alma rota ni mi corazón partío?

Nunca di muestras de miedo

pero seguro que la fiebre que no tengo es un no síntoma de valentía.

Que no se note nada.

Que no se note tanto que ni con pruebas de ADN

extraigan tu síntoma de jaqueca por odio o vómito por amor.

Compórtate asintomático aunque todavía no te lo hayan asignado.

Es buena medida para llegar a serlo.

Si no eres positivo ni negativo ni asintomático, ¿qué eres?

Un imparia, peor que un gay en el franquismo.

Tómatelo en serio, somos una nueva marca,

una bebida isotónica con distintos saborizantes.

Está de moda meterse palos por los orificios

y que te digan tu grado de optimismo, pesimismo o pasotismo.

En realidad es un test para medir tu socialización.

Es la era de un nuevo sol adolescente.

Un sol asintomático está llegando a nuestras vidas.

Si no vas a aportar tu gen social, hay una puerta:

siempre nos quedará la tierra prometida.

¿Veis la luna? Allí los cráteres ya tuvieron su erupción.

 

 

III – BÍTSAME, BÍTSAME MUCHO

 

Tocar tus pixeles me pone a 100 de resolución, mi monitor lo sabe.

Me ves a HD full cuando combinas tus ceros con mis unos.

Los viejos creen que no es posible tocarse así.

A mí la verdad que me sobran células para llegar a sentirte.

Simplemente enciendo y ya arden mis bits.

Suena la bienvenida de Windows, tan erótica,

y ni se me ocurre ponerte los cuernos con un filántropo.

Él no se dejaría, solo piensa en el bien conyugal,

en la combinatoria matemática,

en que seamos la excitación de un algoritmo.

Cuando hacemos el bitmor no hay obsolescencia que nos pueda,

ya no existe ese después del amor

porque hemos inventado la curva de incidencia programada

que mide lo sublime.

Las hormonas son vieja era.

Nosotros tenemos facebook, subamos la temperatura,

hacemos una cama redonda sin necesidad de habitación.

Hoy nadie nos puso me gusta, me pregunto si retrocedimos:

si hicimos el amor como los homo sapiens,

detrás del fuego, donde un contraluz no mostró nuestros ingenios.

 

 

Josefina Aguilar Recuenco (España). Poeta y docente. Publicaciones: Agni Inga Gani (2018) y Overbooking en el paraíso (2016), Premio nacional de traducción poética. Textos suyos han aparecido en las revistas digitales e impresas: Oculta lit, Tinta china y La libélula vaga, New poetry (España) AEREA de Poesía Hipanoamericana y Estación Poesía de la Universidad de Sevilla, dirigida por Antonio Rivero Taravillo

 



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