19 Abr 2024

140. POESÍA ITALIANA. ANTONIO NAZZARO

-11 Abr 2022

 

Hoy abrimos el portal, cruzamos lentamente el limen desde un sitio forastero. El umbral es, en sí mismo, el hito; la membrana que diferencia dos reinos, ¿complementarios?, ¿contrapuestos? Lo que se sabe es que el sitio interior funda un universo poético; un ámbito que, sin ser fanáticamente religioso, es sacro: recinto que erige lo total desde lo particular. La configuración de este mundo instaura la palabra como sentencia, pero también el vacío. Es ese imaginario de sutilezas donde se materializa la sensibilidad del ser. Los dones ensimismados ofrendan el silencio, no como algo que debe ser llenado, sino como aquello que se haya pleno, rebosante de espíritu y conciencia. Así es la poesía de Antonio Nazzaro:

Quedamos nosotros

cometas apoyadas

a la espera de una palabra

de viento

Las cometas reposan una en la otra, liviana es su naturaleza. Quedan a disposición del viento quien habrá de insuflarles vuelo. El poema es entonces un canal para la metamorfosis, centro donde se eleva el ser y donde se recobran los signos del tiempo. El imaginario nazzariano atesora los misterios que lo humano, cuida con cierta nostalgia fundacional el universo interno, lo permanente que allí reposa. Encontramos en los versos, de este poeta italiano, algo que no tiene principio ni fin. Es una continuidad de la palabra, silueta y canto que toman cuerpo en la trascendencia de las frases, en las respiraciones. Crucemos entonces el himen, descubramos el extracto de la vida.

 

Amarú Vanegas

 

 

CANSADAMENTE SE ASOMA LA MAÑANA

en ese patio de cielo.

 

Pasos van

y la existencia se desenvuelve

en sombras que se achican.

 

Se debería enfrentar el día

pero la cabeza se voltea

bajo la almohada del tiempo

para agrandar la noche

que abraza

el olor a ti.

 

 

QUEDAMOS NOSOTROS

cometas apoyadas

a la espera de una palabra

de viento

 

Del poemario: Amor migrante y el último cigarrillo (2018)

 

 

DE TI AMO

la ausencia

sonrisa apagada

ventana de invierno

 

y soy nieve

sobre tus labios

por derretirse.

 

 

ABRO FRENÉTICO LOS CAJONES

levanto las hojas y calcetines

y raros objetos que se preguntan

qué hago aquí.

 

Paso de un cuarto a otro

repetidamente

 

levanto los cojines del sillón

muevo las sillas

abro los cajones de la cocina.

 

Es difícil encontrar casa

si no estás.

 

Del poemario: Cuerpos Humeantes (2019)

 

 

ELLA

(fragmento)

 

Los cabellos de ella son el balancear de los faroles sobre el limitar del río. Las ventanas son estrellas bajas para dibujar los cuerpos. Son caricias lentas como tranvías en la niebla, siguen rutas fijas, siempre desconocidas. Humos salen de las chimeneas dando vaporosos besos a la ciudad que parece no tener fin. Son miradas que retienen el instante como esquinas de calle las citas de siempre. El cuerpo se mueve. Tremor de charcos que reflejan rasgones de cielo. Los dedos entrelazan la calle. Dejan estelas como faros en la noche.

Caracas es una mirada morena de paso sinuoso. El Ávila se empolva con blancas nubes.

 

Desde las prosas poéticas de Olor a (2014)

 

 

SIÉNTATE AQUÍ

a mirar a este amor tenderse en nuestros ojos

en los dedos entorchados como vides a esta tierra

 

siéntate aquí

en los cuerpos confundidos por el instante donde cada letra

es la historia de un beso

 

siéntate aquí

junto a mí dibuja los mapas de horas imposibles

escapadas de los relojes de los hombres

 

siéntate aquí

para poder amar en un momento toda la vida

en un momento toda tú

en un momento

 

siéntate aquí

y mira el vértigo de un beso

aún no dado

 

siéntate aquí

 

 

QUERIDA ELE

 

en este páramo andino en la distancia

miramos el teatro de la noche

las estrellas se han vuelto dibujos símbolos

revelaciones de un porvenir

nosotros aquí bajo esta sombra oscura de la selva para

protegernos de la luna

 

escribimos dibujamos intercambiamos latitudes

y paralelos

leves caricias tomados de la mano al subir

apremia la tierra a los pies en la altura

 

caminamos sobre ese territorio que se abre

entre tierra y cielo al brincar del corazón

 

tu belleza ofusca al cielo para dar

otro

 

te quiero

 

las estrellas se apoyan en los árboles

 

faltas

 

pasa una nube

 

eres estrella fija

 

Del poemario escrito a cuatro manos con Eleonora Buselli Diario amoroso sin fechas, Fotonovela poética (2021)

 

 

QUISIERA SER UN CUIDADOR POÉTICO

tener una sonrisa impresa

en los labios como un verso.

 

Responder en rima a cada llamado

llegar con paso de danza

y los ojos amorosos.

 

Pero el tiempo rompe el verso

las respuestas se secan

sobre los labios como una imprecación.

 

La mirada nerviosa

el paso arrastrado

pero siempre llego madre

siempre.

 

 

EN EL DOLOR DONDE LA MEDIDA ESTÁ PERDIDA

donde la enfermedad del otro se hace tuya

donde te enfermas de un mal que no es tuyo

 

crecen los silencios de ladrillos vacíos

de vocales que son siempre agujereadas

como paraguas que no protegen

 

pero quizás los agujeros de los paraguas

esconden el secreto del pasaje

de un último sol como una esperanza

 

me enfermo no de ti sino de tu morir

de una mano que levanto en una caricia

que lenta cae y vuelve a caer sin sonido

 

Poemas del poemario inédito Bajo el signo de cáncer, 2022.

 

 

Antonio Nazzaro (Italia). Periodista, poeta, traductor, video artista y mediador cultural. Fundador y coordinador del Centro Cultural Tina Modotti. Es director de diferentes colecciones de poesía italiana y latinoamericana por varias casas editoriales: Dirige la revista internacional de poesía Caravansary publicada en cuatro idiomas por Uniediciones, Colombia. Publicaciones: Amor migrante y el último cigarrillo/Amore migrante e l´ultima sigaretta (2018) y Cuerpos humeantes (2019). Escribió junto a Eleonora Buselli su último poemario Diario Amoroso sin fechas, Fotonovela poética (2021). El libro de cuentos Olor a (2014) y el libro de crónica y poesía: Notas desde Venezuela. 2017: vivir en las protestas/Appunti dal Venezuela. 2017: vivere nelle proteste (2017).

 

 



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