UL TRAYENCO
Nagininchiw tami ñuke trayenko mo
Nun lawen ñi chiwai mo
Few mulefei ta kalfurayen ta witriunko mo
Mutrumfei ta nontufe aye ka wapi
Ti weñelfe pelomtukei
Ti mulfen fey pininchiw ta ul:
Ay kalfukura munakupan ka treminchiw ta piwke
Kalfumuley ti yefkeñ
Aye kupalyen ti milla
Munachawantu fachantu umagtuy
Ta kuyen mew doiwenu relmu
Fey um ta kiñe aliwen rutra ta nieiñen mo
Ka feyemun kuifikeche naltun pu troi
Kiñe pulki mo
Nawun mo yapus muchai pire.
CANTO A LA CASCADA
Bajamos con mi madre a la cascada
Para tomar remedios de su neblina
Aquí está la flor azul en su arroyo
Llama el botero de la otra isla
El lucero de la mañana nos alumbra
En el rocío decimos el romance:
Ay! Piedra azul que vienes a crecernos el corazón
Azul ha sido el relámpago
Aquí te traemos el oro que el padre hoy duerme
Con la luna más arriba del arco íris
Ella ha plantado un árbol de plata
En el pantano
Y ancianos desatan nudos con una flecha
En lluvia nieve luego granizo.
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LLANTO DE DOS CABALLOS POR LA MUERTE DE AQUILES Y PATROCLO
Pero fue por el eterno desastre de la muerte
que aquellos dos gallardos caballos habían derramado sus lágrimas
KAVAFIS
Los héroes cabalgaban dos caballos
después introducir
otro de madera en la ciudad de fuego
Conjurando al dueño del mar y la tierra
Para volver a la vida
Por qué lado de los mares y el polvo lloran
El caballo del instinto y el de la razón
Dónde el Argé
la virtud de aquellos hombres muertos
qué auriga les hará correr
y afirmar sus pezuñas en el cansancio
El dominador del universo estará plantando
Otros hombres para que bajen del Olimpo.
CANTOS
I
Sé que debiéramos conversar
antes que nos trencemos
en la gran canoa blanca.
Es luna vaciante
y nos adentramos hacia los témpanos
como si fuéramos lobos a llamar
a sus crías.
La madre luna es una gran chamán:
Ella trágame sangre
con un pájaro que tiembla a distancia.
De sus ojos caen lágrimas
que el sol siembra a los vientos.
II
Llegó a su sangre
fue doliéndole su vientre
hizo visionar al hombre
que llevaba en su cuello
el ombligo de su hijo:
—me escondo de la luna
que ha encendido fuego
roja es su cara.
El sol la persigue con un arco.
Me encojo en esta casa
de piel de lobo
Lavo mi cuerpo hasta que el aguilucho
suelte sus presagios—.
III
Estoy debajo del mar abriendo
la luz a las canoas errantes
en luna y sol
bebo su oscuridad que es lo nuestro.
Este es el sueño que quebrará
el vacío
al tocar la niebla del avestruz
que aún nos bebe.
“HAY UN CORRAL SIN RELINCHO”
(Atahualpa Yupanqui)
Soy el caballo azabache que da vueltas por la isla
Galopo por los conchales hasta levantar el arenal
Que cubre los huesos y los cántaros
que los hombres han enterrado en el límite de la tierra
suelo introducirme al mar con una red imaginada
en mi cuello llevo un lazo de lobo torcido por el aire
así ando sin herradura por los pedregosos caminos
de tanto correr me ha crecido el pelo y la barba
soy entonces el caballo que ha bajado a la pampa
y se ha separado de la majada
por mi cola he balseado a hombres casi desnudos
a veces me he acercado a una mujer que llama con su resuello
cubierto su cara con un paño blanco
he oído su hablar en su relámpago de lluvia y granizo
-ahí en el hualle se cayó uno de mi montura -
un día mordí a un hombre en el cerro dormido
y me hice correr en las vegas hasta tranquilizar mi rabia
y en donde se levanta las almas
subí a la cordillera con un hombre que fui yo mismo
crucé el río y di vueltas en círculos por los límites del mundo.
Juan Paulo Huirimilla Oyarzo (Calbuco, Chile, 1973) Actualmente trabaja como profesional en el área de Lenguaje en el Departamento de Educación, DAEM, de la Municipalidad de Puerto Montt y como docente en la carrera de Pedagogía en Artes de la Universidad de Los Lagos. El 2000 obtuvo la Beca para Escritores del Consejo Nacional de Libro y con su poemario El ojo de vidrio ganó el Premio Regional de Literatura Luis Oyarzún el año 2002. Sus textos han sido publicados en las revistas “Ciudad Circular y palabra de mujer en Valdivia; revista “Pewma”, Temuco; Araña Gris de Calbuco y “L’Ordinaire Latino-américain”, Francia. Publicaciones: El ojo de Vidrio (Editorial Kultrun, Chile, 2001), Cantos para niños de Chile (Ulmapu Ediciones, Chile, 2005), Palimpsesto (Lom Ediciones, Chile, 2015), Weichapeyuchi ül: cantos de guerrero (Lom Ediciones, Chile, 2012), Osario (Ediciones Suramerica, EE.UU., 2020). Algunos de sus poemas han sido antologados en: Poesía para el Siglo XXI. 25 poetas. 25 años (Dibam , Santiago, Chile,1996), Futawillimapu (Universidad de Los Lagos – CONADI, Chile; 2001), Papeles en el claroscuro (Edición del Gobierno Regional de Valparaíso Chile; 2003), Wiluf Elkantun Mapu/ El canto luminoso de la Tierra (Editorial Ser Indigena, Santiago, Chile; 2001), Epumari Ulkantufe Fachantu/ 20 poetas mapuche contemporáneos (Lom Ediciones, Chile, 2003), Cantares. Nuevas voces de la poesía chilena (Lom Ediciones, Chile, 2004). Paulo Huirimilla ha escrito ensayos y artículos para los periódicos Mapuche Kimun y azkintuwe, y entrevistas para Alpha, U. Lagos, Osorno. Sus textos han sido traducidos al inglés, catalán, alemán y al holandés.