14 Nov 2024

9. ENTREVISTA. MARGARITA DRAGO. SERIE POETAS EN NUEVA YORK

-07 Nov 2023
Entrevista

 

MARGARITA DRAGO.

POETAS EN NUEVA YORK - SERIE DE ENTREVISTAS

 

Por Nilton Maa

 

La querida poeta argentina Margarita Drago, nos obsequió un valioso espacio de su tiempo, para responder algunas preguntas para nuestra revista. Acompáñennos a conocer un poco más a fondo el trabajo que viene realizando a través de los años, para la comunidad literaria en Nueva York y para el mundo.

 

  1. Cada poema guarda un estilo y una forma muy personal para desarrollar su trabajo literario, ¿cuál es el tuyo?

Suelo partir de una imagen o un pensamiento vinculado a una emoción muy intensa. Generalmente me mueve el dolor, el propio y el colectivo. Este me conduce a una reflexión, en ocasiones, sobre mi experiencia como sujeto histórico comprometido con la realidad de mi tiempo; otras veces, son cavilaciones de índole personal, de carácter místico o filosófico, sobre el tema del tiempo, las recurrencias, la identidad, el misterio de la vida, por nombrar algunos. Mis poemas son de aliento corto; tiendo a la economía verbal, a darle preponderancia al nombre, para mí, sustancia y esencia del poema. Además, como por lo general me mueve una emoción palpitante, esta fluye naturalmente durante el proceso escritural y la sostengo con miras a que vertebre y permee el poema. Lo considero fundamental.

 

  1. Actualmente te encuentras presentando un nuevo título, ¿podrías contarnos un poco más acerca de este proyecto? 

Sí, se trata de una colección publicada por Editorial Novel Arte, de Córdoba, Argentina, y curada por la poeta y narradora formoseña, Blanca Salcedo, quien nos invitó a participar a 20 poetas internacionales. Mi poemario se titula Un cuerpo que aún palpita, título de un poema homónimo dedicado a una compañera militante y artista plástica, Elsa Narváez de Bazán, con quien compartí el cautiverio.  Elsa falleció en 2020, durante la pandemia. La visité en enero del mismo año, en una clínica de Buenos Aires donde se hallaba internada por su avanzada condición de Alzheimer. Verla me inspiró el poema que le dedico. El cuerpo femenino, agredido, violado y martirizado, al que la voz poética describe en este poema, es uno de los temas que articula el poemario.

 

  1. ¿Qué papel juega la política en tu poesía?

Se tiende a catalogar de poesía política al discurso poético referencial, el que aborda una temática que alude a una situación política de un determinado momento histórico, sea con miras a disentir o a ponderar. Si te refieres a esta perspectiva de análisis, puedo decir que parte de mi producción poética es política desde el punto de vista temático. Como puntualicé más arriba, me considero un sujeto histórico comprometido con la realidad de mi tiempo. No puedo disociar mi práctica escritural de mi práctica social y política, y con ello no me refiero a política partidista. Pero volvamos al punto de la denominación ‘poesía política’.  Pienso que el tema requiere profundidad de análisis. Considero que toda poesía es política y no solo por su referencia temática. Sostengo que denominarla así es una tautología. El discurso poético se construye con y sobre la base de un elemento social, el lenguaje, y la subjetividad que lo compone es igualmente social, inmersa y aprisionada en un sociedad normalizada y coercitiva, y no solo la actual, sino las de toda la historia de la humanidad.  Las cavilaciones -aun las intimistas, filosóficas o celebratorias- por quien vive y siente intensamente esta realidad, no puede más que generar un discurso poético que propone una realidad otra, incluso desconocida, imaginada. Esa es la facultad que, a diferencia de la historia, tienen la poesía y la literatura: crear lo posible, lo que solo puede lograr vitalidad en el espacio textual. Por eso, para mí, toda obra literaria o poética que se precie de tal es política.

 

  1. Consideras que tu concepto de poesía es distinto antes y después de ser prisionera política en tu país?

En realidad, comienzo a escribir con conciencia de escritora y con intención de publicar después de salir de la prisión y, precisamente, en la ciudad de Nueva York, al entrar en contacto con escritoras latinoamericanas y caribeñas.  La cárcel marcó definitivamente mi vida; es un parteaguas que la escinde en el antes y después del cautiverio. Si bien mi obra poética no gira solo en torno al tema carcelario, la prisión me conduce a una reflexión profunda de mi vida toda, de mis relaciones, mis múltiples y cambiantes identidades, de mi compromiso con la historia y mi tiempo, y sobre esas reflexiones trata, en general, mi poesía.

 

  1. ¿Cómo ha sido para ti adaptarte al mundo literario en una ciudad tan grande y diversa como Nueva York?

Cuando en septiembre de 1980 los militares me liberaron de la cárcel, me ‘condenaron’ a vivir en los Estados Unidos. Digo me ‘condenaron’ porque me prohibieron vivir en Argentina. Me destinaron a la ciudad de Oakland. A los meses de arribar a esa ciudad me mudé a Nueva York con el propósito de continuar la militancia. Para entonces, la ciudad descollaba por su efervescencia política y cultural. Allí participé activamente en el movimiento de solidaridad internacional y, en particular, por las causas de Argentina y de los pueblos latinoamericanos y caribeños. A finales de los noventa, con la dispersión de los grupos de activistas y militantes políticos, comencé a participar en actividades culturales y artísticas de la ciudad. Integré la Tertulia de Escritoras Dominicanas, creada y liderada por la académica Daisy Cocco de Filippis. Fui vicepresidenta y luego miembro activo de Latino Artists Round Table (LART), organización fundada y dirigida por las escritoras Sonia Rivera Valdés, Paquita Suárez Coalla y Jacqueline Herranz Brooks. Como integrante de estas organizaciones asistía, en ocasiones, como oyente, o bien tomaba parte en diversos espacios que la ciudad ofrece a intelectuales, escritorxs, dramaturgxs, académicxs y artistas en general. Sin pertenecer a ninguna de las agrupaciones que las organizan y auspician, participé y aún participo en los diferentes foros  en los que comparto mi trabajo de creación literaria o académica. En síntesis, a pesar de la diversidad cultural y artística que despliega la ciudad de Nueva York, no me fue difícil adaptarme; aunque aclaro, me movilizo, fundamentalmente, en el ambiente latinoamericano y caribeño, donde se promueve y difunde la obra escrita en español.

 

  1. De todos tus títulos, ¿cuál es la colección que más te gusta y por qué?

De mis poemarios, Hijas de los vuelos es la colección más cercana a mi sentir. Está dedicado a las mujeres detenidas desaparecidas por la última dictadura cívico-militar-financiera argentina, las que arrojaban vivas al mar desde los aviones, lo que se conoce como los “vuelos de la muerte”. Si bien, además de mujeres lanzaban hombres, quise rendir un homenaje a ellas, mis hermanas, compañeras, mujeres de mi generación con las que compartí ideales y sueños. Por eso, los vuelos a los que aludo en ese libro son, también, los de la imaginación, los que nos permitían soñar la construcción de un mundo diferente. Por otro lado, el vuelo poético, en mi caso particular, me permite confrontar el dolor y transformarlo en el espacio textual que me brinda la poesía.

 

  1. Trabajas en algún proyecto actualmente, cuéntanos un poco más al respecto.

Actualmente estoy trabajando, junto con Juana M. Ramos, en la edición de un libro que llevará por título “Desde el margen: voces en desobediencia. Hacia una pedagogía vincular y comunitaria”. Se trata de un proyecto que surge de una serie de diálogos entre lxs estudiantes de los cursos que dicto en el Departamento de Lenguas Mundiales de York College, con activistas de comunidades afrodescendientes, de pueblos originarios, de derechos humanos, de la comunidad Trans o LGBTQIA+, escritorxs, educadorxs, poetas, artistas, latinoamericanas y caribeñas que viven en los Estados Unidos o en sus países de origen. La perspectiva que sustenta esta propuesta se funda en una mirada descolonizadora y de justicia social. Me urge, nos urge la necesidad de nombrar, visibilizar y dar voz a aquellxs que, por siglos, el sistema patriarcal, falogocéntrico y eurocentrista ha pretendido y se ha empeñado en acallar en nombre de la transparencia. El libro contará con una treintena de relatos en los que las participantes en los paneles de diálogo reflexionan sobre su trabajo, su perspectiva y los vínculos que crean con otros grupos sociales y/o educativos. El libro saldrá a la luz, tentativamente, el próximo año.

 

 

UN CUERPO QUE AÚN PALPITA 

 

Un cuerpo rígido

una boca desdentada que

se abre y englute el alimento

que le ofrece la mano del amante

una mirada fija perdida

en una realidad extraña

unas frases inconexas

un pensamiento

una palabra

una ligera sonrisa  

enlace

fugaz acople

con una historia

lejana compartida

un cuerpo que reclama unos brazos

que lo alcen

un cuerpo que se resiste a ser tierra

un cuerpo que  añora sus pasos

por caminos polvorientos

por espacios urbanos

unas manos que dibujan 

redes laberínticas 

jeroglíficos con mensajes 

de otros tiempos

un cuerpo que se negó al castigo

que renunció a memorias que laceran

un cuerpo que aún palpita 

que aún se para

que aún se apega a una cama

a unas sábanas

a un cuarto reducido

celda cárcel carceleras

un cuerpo que se rehúsa a

compartir la mesa con

otros cuerpos que

aún tienen memoria.

 

 

RENDIDA ANTE SU HECHIZO

 

Hubo un tiempo en que la felicidad

se engalanaba de domingo

cuando la sala del viejo Thalia

nos abría sus puertas

y nos hundíamos en sus butacas

olientes a alcohol cigarro y humedad

Goddard en la pantalla nos encendía

las pasiones y los sueños 

mientras nos acariciábamos

los deseos con el fuego ardiente

de nuestras manos.

 

Y hubo tiempos en que la felicidad también

se engalanaba de domingo

cuando nos deleitábamos con el café recién colado

el pan con mantequilla y miel

Miller Evans o Coltrane de fondo musical   

y Catalina arisca siempre a mi regazo

custodiaba mis pasos y mis días

y la atmosfera apacible de la casa

 

Hoy la felicidad se ha instalado

en todos los rincones que habito

deambula silenciosa en la cocina

abre ventanas y enciende velas

entona la música deseada

ocupa el mismo asiento a la hora

del café y el pan fresco

el mismo lado de la cama

en el mismo huequito que

la alberga y la calienta

hoy la felicidad vino a quedarse

abrió la puerta sigilosa

entró con paso firme

sedujo con palabra ardiente y puntiaguda

clavó unos versos en mi costado izquierdo

y heme aquí

rendida ante su hechizo.

 

 

OFICIO SAGRADO    

 

A este oficio me obligan los dolores ajenos,  

las lágrimas, los pañuelos saludadores, 

las promesas en medio del otoño o del fuego,

los besos del encuentro, los besos del adiós,

todo me obliga a trabajar con la palabra, con la sangre.                                                      

                                                                             JUAN GELMAN

 

Por este oficio sagrado

de alfarera y escribiente

de las diosas,

hundo cabeza y corazón

en la piedra volcánica,

llego a las profundidades

donde bulle la lava,

extraigo palabras

hechas de ceniza y polvo,

palabras que habitaron

cuerpos ebrios de sueños,

hoy, cuerpos rotos y dispersos. 

 

Por este oficio sagrado

recojo fragmentos

en el vientre de la tierra

sepultados,

hilvano letras,

amaso la arcilla,

palabra a palabra

armo la historia,

doy vida a la muerte

y Vida a la vida.

  



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