EL PARTO
A partir de aquí
romperemos los lazos visibles.
Mi cuerpo sobre la camilla
atraviesa un sendero blanco
de pestañas. Tu cuerpo con la vida
pendiendo del resultado
de un test de Apgar
no puede sentir el tacto
de mi piel, ni el recorrido de la noche
apaciguando la sed de sangre
que nos mutila el corazón.
Con un hilo de cordura,
apagada por la anestesia,
te llamo y el ruego
se torna en la oración
más serena, clara.
Luego cojo entre mis manos
el útero y lo exhibo, impúdica,
desafiando los límites de la entrega.
De La estación de las Moras
Premio Carmen Conde, Torremozas (2017)
Madre, los almendros están en flor.
Esta mañana, mientras paseaba con mis hijas
hemos visto su explosión blanca y rosa.
Luego, los caballos han pateado
las flores en el barro de los adoquines.
Madre, cuando no estemos, los almendros
seguirán con su movimiento hacia el día.
Y las mujeres parirán insomnes.
Madre, he oído los gritos
blancos de esas mujeres.
Madre, he dejado a sus bebés
dormidos sobre sus vientres.
Algún día un mar de lápidas
vendrá por nosotros.
Los almendros seguirán en flor
y no tendremos ojos para verlos.
De Hijos de Eva, Bajamar Ediciones (2021)
Mamá dice que de bebé me dejaba
llorar en la cuna. Escuece el llanto
como músculo. Mi llanto de bisturí
desgaja las articulaciones
de papá y de mamá. Y yo, expuesta,
me duermo como un himno gigante.
Mamá no viene y la cuna
es el cuerpo del sapo.
De El hijo culebra, InLimbo2020)
Mi cuerpo es una trinchera
levantada sobre monitores de oxígeno.
Me dan pastillas rojas por la mañana.
Me dan pastillas azules por la noche.
He tenido pesadillas con niños
que crecen deformes por las copas
de los árboles.
Las placas muestran una mancha
de petróleo que se extiende
por mi pecho.
Hoy han venido las enfermeras
con mascarillas y guantes
y me han dejado una hoja para firmar
mi consentimiento de muerte.
Su baile de máscaras ha dejado
mi cuerpo lívido con úlceras
que se abren como bocas.
La tarde se expande
por las ventanas del hospital
como un tsunami de luz.
Mis hijos no pueden venir a verme.
No pueden coger mi mano.
No puedo recibir su corazón en mi puño.
La neumonía ha quebrado las ramas
de mis pulmones septuagenarios.
Tengo a mis bebés recién nacidos
bebiendo la leche agria de mi pecho.
Tengo a mis padres muertos
dando golpes contra mi conciencia.
Mis manos planchan el blanco
de mi vestido de boda
como un conjuro de paz.
Estoy sola. Aislada en una habitación
con los ojos de la nieve trepando
por el rojo de la sangre que escupo.
Tengo miedo de morir esta noche
y no encontrar el camino
correcto para marcharme.
Inédito (Marzo, 2020)
El musgo crece en el silencio
como si escribir fuera
despojarse de jinetes.
Ajena a mi dicción
ha nacido una frontera galopante.
Estos son los dominios de la lógica.
Donde el poema se abre
brutal
en un espacio sostenido.
De “La tierra más frágil”, Catorcebis (2017)
No decir que te recuerdo en este paisaje frágil que dejaron los hijos. No decir, porque sería inexacto. Un decir débil. Hallar el acorde con el que tatuar el vértigo. No decir. Rodear las palabras. Rodear el poema. Llegar al epicentro del dolor y alumbrar su fósil.
De Palabra vegetal,
Premio Blas de Otero, Devenir (2018)
Ángela Álvarez Sáez (Madrid, 1981). Licenciada en Derecho y abogada. Obtuvo una beca de creación literaria en la Fundación Antonio Gala (cuarta promoción, 2005). Ha publicado catorce poemarios, seis de ellos premiados en certámenes internacionales, entre los que destacan: La torre de las tortugas (Premio Antonio Carvajal, Hiperión, 2006), La estación de las Moras (Premio Carmen Conde, Torremozas, 2017), Libro de la nieve (Certamen María del Villar, 2017), La casa salvaje (Premio León Felipe, Celya, 2019), Palabra vegetal (Premio Blas de Otero, Devenir, 2018), El hijo culebra (Inlimbo, 2020) y Los ritos familiares (Lastura, 2022). En marzo de 2022 ha publicado su primer libro en prosa, Los bosques violentos (Las migas también son pan). Ha obtenido varios premios literarios, entre ellos, Luis Rosales y Café de Oriente. Ha participado en revistas literarias, antologías y en el Festival Internacional de poesía de Buenos Aires 2021. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, francés y chino.