30 Mar 2023

471. POESÍA ARGENTINA. DOSSIER DE POESÍA ROSARINA. BIGOTE ACOSTA

-23 Dic 2022

 

DOSSIER DE POESÍA ROSARINA

Curaduría: Héctor Berenguer y Marisa Russo

 

 

POEMAS SIN ADIÓS

 

LA ESQUINA

 

En la esquina de mi casa dobla el viento

como dice la Biblia

sopla como quiere y dobla cuando quiere

ponemos para resguardarnos

de su atrevida desnudez

su ingrávido destino de caprichos

excusas sensatas y de las otras

para quedarnos parados

vaya o venga su aliento

la lluvia cambia el viento

los hombres cambian como el viento

un libro tan grande con frases tan claras

esconder la mano conocernos por los frutos

un libro tan grande que repetimos

sin saber que ya está dicho

el sudor de la frente

vivir por las manos

no mentar tontamente palabras casquivanas

en esa esquina nos detenemos los hombres

para hablar de mujeres

pasa mi madre y avisa a sus vecinas

de verduras baratas en la feria

zapallos a buen precio

sonríe mi abuela y repite

duraznos a 40 el ciento

eran 100 duraznos por 40 centavos

el ciento por monedas de entonces

el dinero de mi abuela no existe hace mucho

sus frases si que si que están vienen del libro

que escriben sus ojos entornados

el mercado que visita mi madre no está tan lejos

nada queda lejos de la esquina

donde nos detenemos con la certeza que dobla el viento

pasan las mujeres y arreglamos el mundo

fumamos cigarrillos prestados

hablamos de las salidas de los sábados

de dineros bien y mal ganados

dejamos que la vida sea un cuento sin terminar

un cuento que nos contaban

de hazañas esquineras sorprendentes

ellos estaban nosotros llegando

y los cuentos

ya se sabe la mentira de los cuentos

enriquecen el olvido alejan la memoria

permiten que todo se parezca

la esquina existe en cualquier parte

cierro los ojos y sigo allí

ahora me veo clarito claro claro

parado en el invierno y quieto

esperando a los amigos y las alabanzas

la exageración del rito y del aplauso

que crece con la juventud

trae el ridículo del adulto que se ríe

y vive como si aquellos años fuesen nuevos

la esquina no envejece y engaña

como los espejos de los baños

las luces de los escaparates

besos de las amantes

muchas veces prometí no paso mas

no doblo desde mi casa hacia allá

esquivo la esquina de los coloretes las pinturas

las pelucas los vestidos de las muchachas

el tabaco el alcohol y otras sustancias

que la esquina me vendió por apropiadas

al crecimiento urbano la medalla de mundanos

atrevidos personajes y no logro

quitar ese cordón curvado de la piedra

del borde de la vereda de la esquina

de mi barrio la de la cuadra

la de mi casa el caminito que recorrí

hasta el punto del viento los vicios

el amor la falta de esperanza

el zapallo que aseguraba mi madre

que era dulce y necesario

mas los 100 duraznos que decía mi abuela

se conseguían en temporada

para un dulce que envejecía en la heladera

como la nostalgia que de apuro

solíamos comer a cucharadas

esperando que el viento nos llevase

pero ay ay ay demasiado pesados

para tan liviana ráfaga

deberíamos saber avisar dejar carteles

la esquina no vende esperanzas

dobla el viento dobla y sigue

como dice la Biblia donde quiere

cuando quiere sin ninguna promesa

nada che, nada de nada

la esquina es una esquina

no es biografía ni fiesta

las cosas pasan y nada perdurará

para guardar en el sitio donde

no llega el olvido ni el mañana.

 

 

LA MUJER TENÍA UN BALAZO

 

La mujer tenía un balazo en la cara

En mitad de la frente

No en la sien ni entre ceja y ceja

En mitad de la frente

Estaba sentada en el banco de la plaza

Donde suelo encontrarme con fantasmas sombras

También con bultos que se menean

La sombra de los árboles de las esquinas de la plaza

Guardan palomas sin mensaje y gorriones de poco cielo

En mitad de la plaza una fuente

Donde he tirado monedas papeles

Una vez en mitad del enojo

Arrojé un teléfono en la fuente

Mi amante me decía ya no te quiero no vengas

La ventaja de las amantes sobre toda forma de relación

Es la certeza no mienten ni hacen nada mas que decir que si

Decir que no y decir ya no te quiero tiré el teléfono

A la fuente no había mucha agua

Es sencillo este asunto la mujer estaba allí

Poca sangre en el suelo algo sobre la falda

Tenía una falda floreada en amarillo

Flores azules y rosadas

Cretona Monarca de cortinas y sillones

Tela dura y duradera

Una blusa desprendida en los tres botones superiores

En los labios nada que se entienda

Según las circunstancias del momento

Parecía una sonrisa sin duda una mueca

El banco era de esos bancos de plaza

Tres listones de madera de asiento dos en las espaldas

Una letra ele un requiebro en el cemento sostenía

Cada pedazo de madera con cruces señales iniciales

Corazones y flechas resecándose en esa madera fuerte

La humedad fabrica un musgo raro en el cemento

La fuente estaba casi seca se veían pájaros muertos

El fondo de un estanque en tierras populares es un vaciadero

Pensé en mi teléfono y pensé en ella

Que me dijo ya no te quiero fácilmente

Un bolero típico que los amantes deben entender

Así en la vida como en la muerte

Silenciosa en este banco de esta plaza

Larga inspiración entrecortada inquieta

El problema del poco aliento los pulmones cansados

Deseaba un cigarrillo en ese instante del adiós

En este de la imagen sin misterios

Muerta muerta muerta estaba así sentada

No fumo hace tiempo me hacía falta el tabaco

Ese aspirar el humo caliente pegando en la garganta

Esa placidez cuando toca el botón en el cerebro

El vicio está allí esperando que lo despierten

Sonríe dice bienvenida nicotina la respiración se acelera

Los alvéolos se enferman el cáncer no espera

No me importa en este instante

En este instante con la mujer sentada en el banco

Con un balazo en mitad de la frente

Sostengo con fe el tabaco salva todo

Deja el aire viciado como cómplice las volutas son señales

Todo dolor perecerá sino es verde no importa

Su pelo era rubio su frente amplia

La sonrisa en los labios era una mueca

Lo repito porque asombra que no la asustase la muerte

Acaso la esperaba pero nadie espera un disparo

Ni en las novelas es sencillo explicarlo

Lleva sus páginas sostener el argumento

Se retuerce la secuencia la vida se va se fue chau

Un solo disparo en mitad de la frente

Habrá perforado hueso y destrozado el lóbulo frontal

Dicen que suelen desviarse las balas el plomo es débil

Ante quien se defiende con fuerza como los huesos

Se tuerce y allí estará viboreando entre neuronas

Dentro de la cabeza de la mujer sentada en el banco de la plaza

Con zapatillas blancas que se han ensuciado

Después del acontecimiento debe ser eso

Sangre y polvo como si hubiese movido un poco una pierna

Un estertor algo involuntario para los pies

Las piernas flacas suelen tener las mujeres jóvenes

Vamos a decirlo mejor las mujeres jóvenes

Conservan esperanza en sus piernas

Ganas de caminar largos senderos hasta algún lugar

Donde la vida empieza de nuevo

Calzones de marca seguro de colores fuertes

Acaso no era tan joven la muerte disfraza

La mueca esa mueca la muerte pone disfraces

De juventud de lejanía y lo cierto

De adiós sorpresivo por esto que fue así

Que fue un adiós el que trajo esa bala a la mitad

La mitad de la frente ahí visible ostentando el final

Tal vez salió de su casa se puede suponer cercana

No llevaba cartera un monedero en el banco

En su mano el teléfono

Acaso un teléfono que sonaba como aquel

Tal vez ella también se despidió de un amante

Con la claridad de quien cierra una botella

La tira en el tacho de basura en la cocina

Enciende el fuego prepara un café

Le dicen salí con uno de esos mensajitos perentorios

Seguro era él supongo puede ser

Nada es cierto después de la muerte

Sólo saludarla flores en la fecha y el recuerdo

Fotos que se retuercen y las menciones en las fiestas

Tal vez su ánima bendita está entre aquel árbol y las sombras

En mitad de los ruidos de las palomas

El espantoso piar desafinado de los gorriones

Y ese frú frú de las hojas que ahora tapa la sirena

Una sirena es una desgracia siempre

Uno desea que sea de otro la tragedia

Alguien deberá decirle a una madre una hermana tal vez hijos

Murió en el parque en el banco de una plaza

Fue amor desamor pasión y esas cosas

Un balazo en mitad de la frente el vestido floreado

Esa necesidad de atender el teléfono

Qué necesidad tenía decime porque y porque

El hombre se empecina dice el tango

Ni confianza ni nada que reprochar

No debía estar donde estaba se empecinaba

En el adiós le dijo bueno ya voy

No es un tango sin embargo sino el aleteo

De las palomas que se alejan del bullicio

Vuelve sucia el agua que queda

La fuente se vuelve invisible las luces

La ambulancia que va en destellos acomodando el cuerpo

No lo muevan no lo muevan ya es tarde lo movieron

Quien lleva su cartera no es cartera es monedero

Alguien tal vez Usted quien el teléfono

Nadie cuida las plazas en estos años venideros

La sangre irá secándose quedará un tiempo más

En las muescas de la madera del banco de la plaza

Toscas piezas municipales que esta vez

No ocuparon abuelos ni enamorados

Ni estudiantes con los deberes atrasados

Y el fervor a todo trapo a toda vela

Mientras las sombras allí se quedan

Las sombras no se corren en esa plaza que iluminan muy bien

Una luz justo detrás del banco para quien quiera ver

En las noches en la plaza y se empecine otra vez

Allí su cuerpo allí empecinado tozudo

Así se quede en el verano en el banco ese

En el invierno, no sé, no soy de los fríos

Soy del sol del calor de la angustia de todos

Los que somos esto que somos

Somos amantes despechados que el porvenir desdeña

Que despiden por teléfono sin vueltas

Fin se fue la pasión debes comprender

Si tenés razón igual igual por todo lo que fue

Quisiera hablarte una vez mas

Un lugar público dijo que no cortó el teléfono

Pasa eso con el amor cuando se termina

Se sabe el resto de la película

Romántica casi del primer cinemascope

De labios pintados en exceso

Pero nadie se sale del cine del libreto de la agonía

Es así y no tiene mas vueltas la calesita

Ni secretos el banco aquel solo huellas

Las vencerá el tiempo con lluvias y temporadas veraniegas

Como dicen los poemas y los viejos

Los viejos afirman al viento suelto sin paredes

Que en ese banco no se sientan ni locos

Allí murió la muchacha aquella dicen los viejos

Del vestido floreado las zapatillas blancas el tiro

En mitad de la frente tan raro eso

No fue suicidio no ni queriendo

Y el teléfono en la mano el teléfono

Vio, vio, sí, sí, sí, eso, eso, el teléfono

Por eso no me siento en ese banco

Ni loco que estuviera ni en pleno verano

Tampoco en invierno tengo una idea

Deberían jubilar a los bancos de plaza

Donde muere la gente con un tiro

En mitad de la frente

Deberían tantas cosas deberían

Hay un Estado ausente sin bienestar

Cero romanticismo y atención médica

Los viejos se quejan no se sientan

La vida ya no es como antes

No señor ni los bancos ni los teléfonos.

 

 

LA PUERTA ABIERTA

 

Está la puerta abierta la casa es larga

De la calle se llega al patio

Se cruza por los pasillos

El aroma de la cocina invade

Se sabe que los perfumes no tienen olvido ni censura

Se quedan dentro y son recuerdos

Como la música que aún con los oídos perdidos

En estrépitos y suburbios de la canción

Elige la nota que corresponde

La emoción invade cuando el sonido es aquel que fue

Un parche, un violín, una frase del bandoneón

El perfume se queda para siempre entre pañales o sábanas

La música resuena aunque se callen todos

Mejor así como si fuese un retrato hablado

Por algún lado vuelven las cosas entrañables

Las que parecen de fuera pero están dentro

Con la puerta abierta entran los amigos

Traen libros y palabras la pócima que cierra el tiempo

La puerta abierta deja entrar los gritos de la calle

El bullicio de los niños

La manifestación que pasa como la muchacha que pasa y pasa

Parece un fantasma esa presencia con aroma y canción

Todo es ilusión y secreto en una casa abierta

Porque es uno y nada más quien tiene dentro sus cosas

La calle se hace dueña de las primeras habitaciones

La biblioteca comunica la grandeza de sus anaqueles

En los libros el mundo entero encerró historias

Se leen diferente de niño que solo y vencido en el sofá

Se comprende diferente a Bonaparte, Ulises, Bovary

La ceguera de Borges como linterna que acomoda

Palabras y caminos que por ellas van al diccionario

A la mitología a la sabiduría de la oscuridad

Por donde vislumbraba cierta parra de un patio

Patio que es este que en el fondo espera

Con una glicina y un naranjo  

con la cáscara de las paredes que dan al vecindario

Desde la puerta de entrada a la cancel

Azulejos verdes tornasolados

Mosaicos la madera lustrada los visillos

Alguien limpia esos cristales manda lavar los trapos

Es mi madre que asoma tras el vidrio

Así la recuerdo corriendo los muebles

Mientras en la olla hervían las verduras

Llegaban a comer los tíos

A la tarde el vecindario comentaba

Muertes e injusticias que la puerta dejaba pasar

Las noticias en esa casa rebotaban de cuarto en cuarto

Finalmente escondidas

En el altillo donde jugábamos a vigilantes y ladrones

Las noticias encontraban su sitio en un juego inacabado

Aún pasean por esa habitación con el techo inclinado

Tropelías un asesinato y la traición

Quien policía y quien ladrón

La casa abierta la puerta que nunca se cerraba

Quitaba fuerza a los rumores los anuncios

La luz de esa lámpara siempre encendida

El espacio entre la calle y la cancel quitaba

Solemnidad y mentira a las palabras

La luz encendida quedó como enseñanza

Si se iluminan las cosas no hay equívocos solo porfía

La propia casa era un retazo de la fiereza

La extrema dureza así así así luchábamos

El olvido jamás llegaría nunca entraría

Con la puerta abierta y la certeza

Fue un mandato es una orden

Que acompaña estos días

Cuando todo parece fácil

Pretenden cerrar el ayer

Es el que se marcha sin que lo llamen

El que no vuelve sin haberse marchado

Pretenden sobre estos días

Llenos de anuncios y liviandades

De gobernantes que se asustaron

Borrar el sitio voltear la casa

Apresuran mis pasos los anuncios

Sonrío con la seguridad que da el fracaso

La certeza de quienes fueron y vinieron a la esperanza

El adiós el te espero y la revolución sin pausas

Idas y vueltas ir por volver

Debo avisar a los caprichosos y obcecados

La puerta estuvo abierta siempre

Siempre estuvo abierta la puerta

La calle, aromas, ilusiones, muchachas

No hay máquina que voltee la imaginación

Ni creo que puedan inventarla

No hoy no mañana y cuando alguien dice mañana

El misterio es cuando puede ser pero no lo creo

Con la puerta abierta el mañana es lejos nunca y adiós

Nadie, nadie, nadie, la podrá cerrar.

 

 

DIAGNOSTICADO

 

Vaya pensando en la muerte mi amigo

Dijo el doctor

Con un tono de consultorio pero

Un aire de payador en la entonación

Faltaba una guitarra

Vaya pensando en la muerte

Mi amigo

Vaya pensando

Quise decir pero no dije

Venimos vengo traemos el asunto

Desde la primera luz y allí se queda

Ese pensamiento es un clavo en la pared

Donde cuelgan los días

El almanaque es un testigo un certificado

Acta notarial que habrá relevo alguna vez

No tenía que decirme eso

Todos sabemos la fecha

Está puesta en el almanaque

Clavado en la pared

Vaya pensando

Me dijo

Mi amigo

Giré la vista sobre el blanco

Sobre el olor desinfectado

En el consultorio no vi almanaque

Clavo en la pared testigo alguno

Nada se veía me dije calma

Mucha calma tal vez esté hablando

Para su propia revisión

La receta será su confesión

Le agradezco dije

Doctor ponga un almanaque un clavo

Relojes que indiquen el último minuto

Estaré de cuerpo presente

No me pida que piense es demasiado

  

 

Raul Emilio Acosta a.k.a. El "Bigote" Acosta. (Rosario, Argentina, 1944). Periodista, narrador, ensayista y poeta. En poesía ha publicado: 100 poesías de Rosario (1979); Poemas para leer después de los cuarenta (1995); Anónimo conocido (1996); La imagen de mi amor y su esperanza (1999); Que de un viento errante somos ventarrón (2001); Algo nuevo, algo prestado, algo blue (2005); Muchas palabras parecidas (2005); Con el cuerpo en el alma (2007), Versos en la frente (2008), Hasta aquí llegó mi amor (2010)¿Por qué tenemos ganas de bailar? (2021), Antes que me olvide (2022).

 

 


Compartir