Curaduría: Manuel Adrián López
EXT |11:23 PM
me devuelvo. mi espacio público favorito
anda cerrado por renovación,
lleno de cintas amarillas, letreros, vallas y escombros.
hasta nuevo aviso.
regreso por la acera más ajetreada con las ganas
de ver dentro de los negocios la gente que interactúa
al ritmo de las bolas de billar
no sin antes parar en el colmado,
poner una canción familiar en la vellonera
amagar con dilatar el eco
de un lugar feliz, ya cerrado 24/7.
RÍO PIEDRAS XX
nos pueden pichear hoy
y también mañana.
dejar aquí tranqui,
en medio de bolsitas de cheetos flotantes.
sin ningún plan.
sin pon de vuelta.
a las tantas y bajo el control
del espacio público vacío
donde la isla,
la que bellaqueamos libre
parece acabar.
con la comida entre los dientes
que nos delate,
mientras nos turnamos
entre ver la luz del día subiendo por los edificios
o nuestro reflejo en la vitrina
de un negocio muerto.
lo mismo que la espuma, la inquietud
es aquello que nos excita, a fin
de resistir sobre la tibia vereda endeudada
y a lo largo de la usual mezcla
de sucio y vapor
que flota junto a las bolsitas de cheetos.
la intención es clara: la de no dar un paso
en falso que nos disloque del todo.
HORAS LUEGO
mientras recojo
las latas vacías que dejó
la noche de ayer
un helicóptero de policía
sobrevuela la zona.
el ruido de los motores
de inmediato se interrumpe
por la música
de la guagua de helados.
lxs niñxs rodean la guagua
no tiene salida.
le toca desaparecer
junto con la bulla
que ha criado
a sabiendas.
UN DÍA FERIADO
en un lugar parecido a un patio
sacamos de un candungo presas de pollo.
mordemos las presas, arrancamos
la piel, rompemos los huesos.
nos cruza un tendedero lleno de camisetas
réplicas de marcas gringas,
la mayoría abombá por la humedad.
al pie de los escalones la perra
muerde una chancla.
afuera pasa un cortejo fúnebre,
se mueve como un gas.
al caer el sol y reinar los mosquitos
dentro de la casa
que se balancea sobre pilares,
jugamos super nintendo,
la perra persigue un lagartijo,
las flores cuyo nombre nadie recuerda
se desprenden del jarrón.
la cocina es un mangle que hierve.
a los costados, disimulados
anidan los estragos del último huracán
zonas ensambladas con silicona
o pega barata, auspicios
del gobierno.
el lagartijo que la perra seguía
ahora la persigue a ella.
POR LA COLTON
una noche
frente a la vellonera prendida
como un ovni
disfruto de una lata de refresco fría fría
alternando entre pasármela
por la frente
y darle sorbos
que por un momento ablandan el peso
que me contiene.
lo mejor de este momento
es que cuando me largue
todo sigue sin mí.
De Contando las horas con los dedos
(Herring Publishers, México, 2022)
Jonatan María Reyes (Santurce, Puerto Rico). Ha escrito varios libros, entre ellos Data de otro ardor (Verbum, España, 2018), Databending (Barnacle, Argentina 2019) y Lo común también cruje (La Impresora, Puerto Rico, 2020/Herring Publishers, México, 2020). Obtuvo en el 2018 el XI Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero, y en el 2021 la beca Letras Boricuas de las fundaciones Flamboyán y Mellon. Es finalista de varios premios de poesía. Algunos de sus textos han sido traducidos al italiano, griego, inglés, francés y portugués. Actualmente escribe guiones de cine y juega fútbol.